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Ya estamos en verano y el bañador hace que la preocupación de muchos y muchas en lo relativo a su aspecto se dispare. Si este es tu caso, y aunque te parezca increíble, el mejor remedio para evitar los efectos del envejecimiento lo tienes en la Biblia.

Los efectos del envejecimiento externo

Los síntomas del envejecimiento son muchos,

  • Brazos y piernas que van perdiendo firmeza.
  • Pelo que se cae, se vuelve quebradizo y cambia de color.
  • La piel pierde espesor y se va llenando de manchas.
  • Arrugas que se tornan más y más profundas.
  • Labios que pierden volumen.
  • Etc.

Además, somos una sociedad que envejece paulatinamente y la esperanza de vida se está alargando considerablemente, por lo que evitar o reducir los síntomas de ese envejecimiento se está volviendo un tema importante.

Los síntomas del envejecimiento interno

Por otra parte, si nuestro aspecto externo se desgasta, otro tanto ocurre con nuestro «aspecto interno». Y con ello no me estoy refiriendo a nuestro organismo, sino a nuestra vida interior.

Según van pasando los años vamos acumulando buenos recuerdos y amistades, pero también desengaños, traiciones y frustraciones.

Por ello, no suele ser raro encontrar personas que están cansadas del día a día.

Problemas con la familia, problemas con compañeros de trabajo, problemas por no tener trabajo, problemas de salud que te van limitando… Seguro que puedes añadir tu propia lista.

Y, en este caso, ¿qué podemos hacer?

Remedios para corregir el envejecimiento externo

Afortunadamente tenemos muchos remedios a nuestro alcance para paliar los síntomas del envejecimiento externo. Siempre que tengas un buen bolsillo, claro.

Así, puedes recurrir a:

  • Cirugías correctoras de todo tipo.
  • Infiltraciones de botox o ácido hialurónico.
  • Tratamientos con láser, masajes con ultrasonidos o bombas de depresión…
  • Cremas y tintes sin fin.
  • Suplementos nutricionales.
  • Tratamientos en spas.
  • Baños de barro en el Mar Muerto, como los de la foto.
  • Etc.

Las posibilidades son casi infinitas. El único límite respecto a lo que se puede hacer lo pone tu presupuesto y tu capacidad de sufrimiento.

Y aunque quienes se pasan o caen en malas manos puede quedar terriblemente mal, en general los resultados pueden ser espectaculares.

El problema es que tanto la tecnología como nuestro organismo tienen un límite y, en algún momento, van a decir: «¡Hasta aquí!»

El remedio perfecto para evitar los efectos del envejecimiento

Entonces, ¿de qué otras opciones disponemos y que tengan un alcance integral y permanente? Y, ¿existe alguna opción que trabaje nuestro exterior y nuestro interior?

Pues lo cierto es que sí. Y la tienes en la Biblia.

Ya en ella el apóstol Pablo reconocía que su «hombre exterior» se iba desgastando.

Asimismo, en la Biblia podemos ver muchos personajes que muestran los síntomas inequívocos del envejecimiento (perdida de visión, de audición, problemas de movilidad, etc.).

Sin embargo, el propio apóstol afirmaba que su «hombre interior» se renovaba de día en día (1ª epístola a los Corintios, capítulo 4, versículo16).

De igual modo, en el libro de los Salmos 103:5 el salmista afirma que «(Dios)… colma de bienes tus años, para que tu juventud se renueve como el águila«, y en el libro de Job 17:9 leemos que «… el de manos limpias se fortalecerá más y más«.

Cuando te acercas a Dios, y dejas que Él entre en tu vida, todo tu ser cambia.

Ves la vida de forma distinta.

Las arrugas y limitaciones ya no son defectos, sino las huellas de una vida que se dirige a su plenitud.

Los problemas que arrastrabas o que surgen los entiendes como oportunidades para ver el poder de Dios actuando en tu vida.

Además, por encima de todo, cuentas con el gozo y la paz que solo Dios te puede dar y que hace que, en cualquier circunstancia, te veas como un triunfador o triunfadora.

Y, como sabes, todos los grandes triunfadores, independientemente de su edad o de la tersura de su piel, irradian energía, vitalidad y juventud.

Así que si quieres conseguir que el envejecimiento no te afecte, deja que Dios entre en tu vida. Él es el mejor tratamiento.

Si deseas saber más sobre este «tratamiento anti-edad» puedes contactar con nosotros o preguntar por él en cualquier iglesia.

P.D. Aviso importante: Este tratamiento tiene un efecto secundario muy potente, se llama «Vida Eterna«.

 

Photo taken by Itamar Grinberg for the Israeli Ministry of Tourism en Flickr (CC).