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Tengo que reconocer que, a veces, los cristianos manejamos unos conceptos un tanto extraños para el resto de la gente. Y uno de esos conceptos es el de pecado.

De hecho, es un concepto que incluso los propios cristianos entendemos bastante mal.

Por ello, vamos a desterrar algunos mitos sobre lo que es el pecado y vamos a ver lo que, de verdad, significa vivir en pecado.

Seguro que te sorprende y hasta es posible que me lo discutas.

Pecado ≠ Maldad

Seguro que has oído alguna vez la frase «todo lo bueno de la vida es ilegal o inmoral o engorda».

Pues bien, del mismo modo que hay muchas cosas buenas en la vida que no caen en ninguna de las tres categorías anteriores, el concepto cristiano de «pecado» tampoco implica, necesariamente, «maldad» tal y como se suele entender habitualmente.

Ese concepto errado nos lleva a pensar que toda «buena persona» hace el bien y que los pecadores hacen el mal.

Sin embargo, es curioso descubrir que muchos grandes males han sido hechos por «buenas personas» y muchos «pecadores» han llevado vidas de rectitud y ejemplaridad.

Ello es porque el concepto bíblico de «pecado» no implica hacer el mal de modo consciente o inconsciente.

El concepto bíblico de pecado tiene que ver con obedecer a Dios o no.

Y si bien es cierto que «por los frutos los conoceréis» (Mateo 7:20), el mejor indicador de si se vive en pecado o no no son las «obras», sino el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23).

Acuérdate que en el Evangelio de Mateo 7:21-24 Jesús dijo:

«No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad».

 

Cristianos vs Pecadores

¿Sabes cuál es la única diferencia entre un alcohólico rehabilitado y uno que no lo está?

Pues que el primero no bebe.

Sin embargo, ambos siguen siendo alcohólicos.

Pues bien, el primer problema lo tenemos en la separación artificial entre cristianos y pecadores.

Y digo que es una separación artificial porque para la Biblia todo ser humano es pecador.

Por eso, los seres humanos debemos vernos en relación al pecado como los alcohólicos.

Porque ser cristiano no significa «estar vacunado» contra el pecado.

Ser cristiano significa que has decidido empezar una nueva vida llena de nueva esperanza y paz.

En ella, con el apoyo de Dios, has de permanecer vigilante con la tendencia arraigada hacia el pecado.

Por ello, la verdadera diferencia no debe ser entre «cristianos y pecadores», sino entre personas que han puesto su confianza en Cristo y las que aún no lo han hecho.

 

Vivir en Pecado ≠ Vivir en «Maldad»

Antes te he comentado que el concepto de pecado tiene que ver con la obediencia.

Adán y Eva pecaron porque desobedecieron y la consecuencia del pecado fue el mal y la muerte.

Cuando le preguntaron a Jesús cuál era el principal mandamiento el respondió que era «Amar al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu fuerza, y con toda tu mente» y añadió «y a tu prójimo como a ti mismo» (Mateo 22-34-40).

Por ello, el verdadero pecado es no amar a Dios ni amar al prójimo. Vivir alejado de Dios es vivir en pecado.

Acciones como mentir, robar, ser intolerante o insolidario, etc. no serán sino posibles actos colaterales de ese pecado, aunque no es necesario que los haya.

Es por eso que se puede vivir en pecado sin estar viviendo una vida de depravación. Incluso aunque tu vida sea una vida ejemplar desde un punto de vista ético.

Porque vivir en pecado no tiene que ver con «ser bueno» o «ser malo». Es, sencillamente, vivir sin Dios.

Y vivir en pecado te hará vivir una vida limitada, empobrecida y alejada del ideal que Dios tiene para ti. Por muchos logros que consigas.

Y terminará con tu muerte espiritual.

Así que si tu objetivo en la vida es conseguir ser la mejor persona posible acércate a Dios.

Cualquier otro camino te alejará de esa meta y de una vida plena y eterna.

 

¿Estás viviendo en pecado?

 

Imagen por Charles Windlin en Flickr (CC)