Génesis 30: 35 – 43. El Dios de la Ciencia.
Jacob no tenía posibilidad de obtener un pago adecuado de su trabajo. Sin embargo, Dios interviene y hace acontecer lo inexplicable, guiando a Jacob a actuar de una manera que hoy la epigenética está descubriendo.
La Biblia no es un libro de ciencia, pero contiene información científica imposible de determinar en su momento (fecha exacta de la circuncisión, redondez de la Tierra, número incontable de estrellas…).
Génesis 31: 1-55. El Dios de la Historia.
La estancia de Jacob en Padan-Arám es un tipo profético de la estancia de Israel en Egipto, y podemos encontrar hasta 10 similitudes entre ambas historias. Una demostración fidedigna del cuidado y la intervención de Dios en la vida de sus hijos y en la de las naciones.
Y es en este Dios, que gobierna la Ciencia, la Historia, en quien nuestra vida está depositada.
Confía en Él.