Ante los temores y las pruebas de la vida debemos recordar que nuestras vidas están en las manos de Dios.
El es Dios Todopoderoso, y nada escapa a su supervisión y control y si caminamos en sus caminos podemos sentirnos seguros.
El también es Juez justo, pero mira con misericordia a quienes le aman y solicitan su perdón.