¡Velad y orad!
– Porque nuestra carne es débil.
– Porque nuestro adversario nos busca para devorarnos.
– Porque hay un tiempo oportuno para hacerlo, y porque cuando la tentación llega ya es demasiado tarde.
¡Velad y orad!
– Porque nuestra carne es débil.
– Porque nuestro adversario nos busca para devorarnos.
– Porque hay un tiempo oportuno para hacerlo, y porque cuando la tentación llega ya es demasiado tarde.