¿Eres oidor o hacedor de la Palabra? ¿Te limitas a escuchar o permites que la Palabra de Dios transforme tu vida a su imagen?
Si tu vida no cambia puede ser porque:
- No has entregado tu vida a Cristo.
- No estás mirando a Dios y estás atrapado por otros intereses.
- Dios es solo algo secundario en tu vida.
Sin embargo, si meditas en su Palabra y permites que ella obre en tu vida obtendrás grandes beneficios:
- Comprenderás que tu vida pertenece a Dios, sin limitaciones. Y dejarás que Él gobierne tu vida.
- Serás consciente de la grandeza, santidad y autoridad de Dios. Esto te hará crecer en temor reverente y santidad.
- Tendrás más amor y reverencia por sus mandamientos. Estos serán tu guía y tú protección y te harán andar como Cristo anduvo.
- Produce confianza en el poder y en la presencia de Dios en tu vida. Él se convertirá en tu protección y en tu fuerza.
- Te hace deleitarte en Dios. El será la fuente de tu gozo y quién guardará tu corazón en perfecta paz.
- Te guía a una alabanza plena y verdadera de Dios, y te llevará a ser un auténtico adorador.