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Dios nos ha entregado un talento cuando hemos sido llamados.

Nuestra misión en esta tierra en servir a nuestro Señor invirtiendo ese talento para la gloria de Dios y el crecimiento de su reino.

De tu servicio y tu obediencia a su mandato dependerá que a su vuelta escuches de Él palabras de reprensión y juicio o de consuelo y bendición.

Predicación por Jacobo Bock en la Semana Misionera.