En esta predicación nos centraremos en tres aspectos de Isaac que ejemplifican la ceguera espiritual y que nosotros corremos el riesgo de replicar en nuestras propias vidas.
- Isaac se volvió ciego ante la voluntad de Dios de elegir a Jacob.
- Isaac se volvió ciego ante el caracter profano de Esaú.
- Isaac se volvió ciego ante su propia idolatría.