1ª de Corintios 13:5
«El amor no guarda rencor»
En la contabilidad divina el amor no lleva la cuenta de las ofensas, por contra, el rencor es muy eficaz para recordar las ofensas, pero es inútil para recordar las bendiciones y el bien recibido.
En la contabilidad divina el amor de Dios, expresado a través de Jesucristo, anula todas las ofensas de aquellos que han aceptado a Cristo como Salvador y, a través de la fe, nos asigna una justicia perfecta.
¿Cuál es el balance que hay en tu corazón? ¿Pesa más el rencor o el amor?
El resultado no solo definirá tu relación con tus semejantes, también definirá tu relación con Dios.
Deja que el amor, el perdón y la justificación recibidos sean los que marquen tu actitud.