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Continuamos profundizando en el mandato de Jesús: «Velad»

Hoy aprenderemos a comprobar si nuestros corazones están cargados con impedimentos que nos impidan avanzar. Es importante empezar por cuidar nuestro propio corazón porque si tú estás mal y desorientado puedes acabar alejado y perdido. Además, si estás así ¿cómo podrás cuidar y guiar a otros?

Lo segundo, evita cargar tu corazón poniendo los ojos en la búsqueda de abundancia material, porque te apartará de buscar la abundancia espiritual.

Lo tercero, evita cargar tu corazón de afanes y actividades, porque te apartarán de buscar y hacer la voluntad de Dios.

Por último, ¿dignos de escapar?

En los momentos de dificultad, cuando vengan la tribulación y la prueba, ¿cómo estará de ligero o cargado tu corazón? Porque un corazón cargado te impedirá marchar con libertad, te mantendrá esclavo y te llevará a la derrota. Por contra, un corazón descargado te permitirá avanzar con libertad y en victoria.